HIJO PRÓDIGO
POR: JOSÉ MUÑOZ COTA
(In Memoriam)
¿Cuántas veces has pasado a nuestro lado
Y no te vio la prisa enloquecida,
Y no llegó a mirarte la miopía?
Y siete veces siete y siete veces mil
Se quemaron las manos para asir solo el humo.
Es cuando al Hijo Pródigo le creció su dolor
Y ya no trae palomas sino ariscas serpientes.
¿Dónde la montaña en que creí encontrarte?
¿Dónde los ríos plantados en tu nombre?