EPÍSTOLA OAXAQUEÑA
Por: José Muñoz Cota
(In Memoriam)
El sabor del cielo de Oaxaca
me sabe a pan bendito…
El cielo de Oaxaca por las noches,
esparce puntos suspensivos
que saben a infinito.
Cómo cantan en Oaxaca sus árboles,
poemas y tortolitas y jarabes.
Cómo el recuerdo de sus calles
nos lleva hasta el fortín…
Oh Oaxaca, tu cielo de zafir.