OFRENDA EN TLATELOLCO
POR: JOSÉ MUÑOZ COTA
(In Memoriam)
Al árbol de la flor y la canción
Que sembraron los abuelos,
le crecieron frutos de muerte.
Los héroes fusilaron
lápices y cuadernos,
ametrallaron
los libros de texto del Derecho.
¿Imaginas un héroe
cortando rosas con la espada?
Las espigas yacen mutiladas.
Niños, maestros, jóvenes
y adolescentes, sacrificados.
Son las medallas al valor, al heroísmo.
¡Pudo haber sido tanto!
Ahí quedaron, amasados,
el polvo, el honor y la sangre
para elevar, mañana,
la estatua a la ignominia.
La soledad, Llorona
cruza por Tlatelolco:
“¡Ay mis hijooos!…
Sólo la noche, la acompaña llorando.