YO YA NO ESTOY

POR: TEODORO COUTTOLENC

Porque sus voces acallaron los «te quiero», se apagó en lo hondo del ser aquel sincero sentimiento. No queda ya ni la esperanza de volverla a encontrar, ni verla, ni escucharla.

Yo sé que tendrá que subir a la recámara donde fuimos «los más felices de la vida». Sé bien que alguna vez se quedará embebida con recuerdos que sólo aliviarán sus lágrimas.

Grave pesar… grave pesar el que me agita: si busco en su pensar ya nada en ella soy. En mi pensamiento estará tal cual está y allá en su corazón, lo sé, yo ya no estoy.