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POESÍA

POR: JOSÉ MUÑOZ COTA (✟)

(In Memoriam)

Dormir es suicidarse un poco. Despierto, luego resucito otro hombre. El día me va fabricando igual que a un automóvil. Alguien me conduce bien o mal; pero ando.

Estas andaduras forman lo que ustedes llaman historia, como la sucesión de no hacer nada:

Los Diarios, por eso, son la biografía de lo inocuo. La mitad de la existencia es superflua; rara vez necesaria. Pero lo que vale es el lujo de perder el tiempo y en ocasiones matarlo. Tirarlo por la ventana.

¡Tantos sudores de la máquina de escribir para militarizar estas palabras, una junto a otra, sin libre albedrio, y ajustadas a la táctica del juego!

El hombre que no jugo de niño, ni de joven, ahora, ya anciano, quiere jugar a las letras. Echarlas a volar como se hace con los papalotes, con el propósito tonto de que traigan de regreso una estrella.

¿Por qué siempre se estará hablando de las estrellas?

En lugar de decir, clásicamente: tus ojos son dos estrellas, hoy, siglo de los surrealistas, deberíamos descubrir que la forma correctamente filosófica seria ésta: las estrellas son como tus ojos.

Al silencio le está naciendo un poeta. A veces pienso que los críticos literarios andan cazando moscas.

Nada está fuera del hombre, ni siquiera la poesía. La inspiración no anda rondando el aire, se integra lentamente dentro, como la perla en su concha. No son árboles frutales sembrados en el espacio, al alcance de la mano. Después de mil y un impresos, la poesía eres tú.

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