ESTAR VIVO
POR: TEODORO COUTTOLENC
(In Memoriam)
Estar vivo es clamar por tu deseo,
absorbente en mis pupilas, estrujarte con mi aliento.
¡Estamos vivos!
me restriego en tus paredes, tus paredes me aprisionan
y me llueves.
Entre besos, miradas y suspiros,
te recorro poco a poco y no siento tu peso;
te separo, te desuno y sé entender tu movimiento.
Sólo tú y yo. No existe nada más.
Sólo el sentir y los gritos en silencio,
sólo el galope y sólo la potranca
y el golpetear de los corazones
que danzan tu sonido
con el mío enardecido.
Eres la huella que penetra profunda,
relame y calcina, somete y suaviza,
resquebraja las notas de la musa y parte en mil el pensamiento,
como las gotas del piano o los pétalos de tu deshojada rosa;
como la ilusión del violín,
y los granos de tu roja granada
o la ceniza junto a tu flor en el agua…