ES LA HORA
POR: TEODORO COUTTOLENC
(IN MEMORIAM)
No preguntes qué hora es:
es hora de la nostalgia
de la mirada de ayer
prisionera de tus ojos,
la de la lumbre callada
que grita todo por dentro,
por fuera toda se opaca.
No digas la hora que es
porque puede ser pasada,
puede habersete agotado
en la entrepierna, en la enagua…
puede estar toda reseca
como tu boca y tu charca.
Las horas que no caminan
ni la memoria las guarda;
son como nubes difusas
cuya preñez no es de agua
porque no se viven nunca
y nunca sirven de nada.
Llegó el tiempo en que tu entrada
se anillará en otra rama,
en que tu voz quejumbrosa
me buscará en otra lámpara,
me en otro oído,
me besará en otra cara.
No me preguntes la hora
porque la tengo estacada
con un silencio en el pecho
y una herida en la palabra.