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TIERRA Y LIBERTAD

Por: José Muñoz Cota

In Memoriam

Dijo Morelos: “La Patria es la tierra”. Con esto significaba, el genial libertador de México, que la independencia de un país sojuzgado está en relación con la propiedad de su tierra.

El problema agrario se origina en México al margen de la conquista española.

Hernán Cortés, con la razón de la fuerza -que no es razón- y con el derecho de la espada -que no es derecho- despojó de sus tierras a los naturales.

Desde ese momento, a través de la Colonia y de la infamia de las encomiendas, los indígenas no dejaron de soñar, y de bregar cuando fue posible, por la legítima restitución de sus tierras robadas.

Para justificar este robo -la propiedad es un robo- no bastaban ni las argucias de los dominadores, ni la bula papal de Alejandro VI, ni los sermones de conformismo de los misioneros: la tierra tenía que ser restituida, tarde o temprano, a sus legítimos dueños: los campesinos.

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