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TATA

POR: JOSÉ MUÑOZ COTA

(In Memoriam)

 

-Tata, dice el indio con su voz obscura húmeda de tierra,

con sus ojos negros, húmedos de milpa. -se heló la cosecha.

 

Ya el maíz no viene hasta su jacal. Perdió la vereda.

 

-Como los coyotes se acerca la noche entre los breñales, el jacal enseña sus dientes de paja-.

 

Indio taciturno de romper canciones, yo se la amargura de tus horas grises,

de las horas de hambre que por los petates enroscan la vida con el gesto mustio de un perro sarnoso.

 

Tiene la miseria los ojos humosos del percal que pierde su caricia fresca.

 

Pero yo he sabido que el indio se roba los ríos de su pueblo y los lleva dentro y luego los vuelca sobre de las cuerdas de su gris guitarra.

 

El blanco no entiende que entre tus silencios hay caminos blancos, así como alambres en donde los días colgaron sus pájaros a trinar leyendas.

 

-Tata, la lluvia no llega.

-la lluvia está dentro, dentro de tus ojos que llueven mil siglos de absurda miseria. pero el amo es cruel porque tú lo quieres.

 

Que a sólo estiraras el brazo sería ya más ancha la tierra, que a sólo quererlo

tu mano potente cortara la sombra del hambre que te ata a la tierra.

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