QUIMERA
POR: TEODORO COUTTOLENC
Escribir para ti con corrección y mesura;
para crear la relación indivisible, sin contratiempos;
modular la soledad bajo los montes, en la llanura
donde abrazas los recuerdos entre los árboles,
los estrujas entre los cerros
los despeñas en las cañadas
y los diluyes en las lagunas.
Tiempo… tiempo incesante, único…
Sólo un punto-punto infinito-
que derriba torres y mundos
y aflora simas y oquedades.
Que perfora manos, costados y sienes…
Viajar con el sentimiento
dotar alas y sueños a las palabras para que alienten
visitar en un solo susurro-agreste y árido tu oído.
Nada hay en el horizonte inhóspito,
inflexible de tus pupilas…
Nada que estimule esta utopía…
¿Viajar? Vagar vacío,
huérfano de llanuras y de montes,
de distancias y tiempos…
cantar a la añoranza, en el desamparo.
Contemplar tu sonrisa adusta,
el gesto desapacible
Y la mirada dura.
Viajar contigo, en los mares y en los vientos,
frente al sol, sobre las aguas,
tus cabellos volando sueltos,
bajo el silbido incesante de los ferrocarriles infantiles
para deletrear mi nombre con tu nombre…
para enlazar tus sueños con mis sueños.