PLAYA DE CHACHALACAS
POR: TEODORO COUTTOLENC
Apenas el día despierta
Y el sol aún no se asoma.
Húmeda es la madrugada.
Grisáceo es el despertar
De playa de chachalacas.
Entre palmeras y árboles
Con la aurora desperezan
Plumíferos mil, variados,
Sus alas, picos y patas
Para iniciar arrogantes
El ritual de la mañana:
Vuelan, con voz estridente
Al son que cada estirpe adorna,
Piden unos el auxilio
De sus parejas canoras
Y otros, árbitros volátiles,
Sostienen agudos trinos.
Es tu fiesta matutina
Y cada pájaro entona,
Para endulzarte el entorno,
Su gorjeo particular,
Oh, bella niña del golfo.
Viene y avanza la luz.
Abraza a los pescadores,
Estimula al visitante
Para recorrer tus dunas,
Para bañarse en tu río,
Para disfrutar tu mar
Hasta que vuelve la tarde
Y su algarabía repiten:
Vuelta a cantar vocingleras
Su sinfonía de las aves
Cuando regresa tu noche
Húmeda, tierna, impetuosa.
Cada pájaro que se abre
A la vida simple, pura
De la costa mexicana
Nos dice cómo vivir
Sin miserias ni discordias,
sin preocupaciones vanas.