NO MÁS NOCHES…
POR: TEODORO COUTTOLENC
Ve cómo es pequeño el tiempo:
no vale guardar ni atesorar viña
¡Tiempo del ayer, cuando te amaba,
y me mirabas con tus ojos de paloma acurrucada!
Triste tiempo el de hoy: ya sin lámparas y sin flores.
Siglo en blanco, renegado de una historia sepultada;
la revivimos ayer, nubes largas, flacas, negras,
con picadura de estaca en carne viva y llagada.
Fecha infausta si las hay; nadie sorbe mi tonsura
ni araña lúbrica mi espalda mientras la entrepierna escalda;
nadie cuenta ya mis cartas, ni disfruta mis palabras.
No más vino, no más noches de lloviznas nacaradas…