NAUFRAGIOS
POR JOSÉ MUÑOZ COTA
(In Memoriam)
¿Quién se atreve, ahora, con los escombros del naufragio de los días?
¿Y qué esperan descubrir entre peces espada y tiburones?
No es cuestión de embarcarse en la ballena de Jonás
si se carece del oficio de remendar distancias.
Porque ya el tiempo -mar de sonidos furiosos-
astilló la galanura de los mástiles.
¡Cuántas lunas bellas e indiferentes, miraron los asaltos del naufragio!
Cierto que cada barco maltratado renació en otro barco,
pero ya no es lo mismo.
Nadie vistió de luto cuando ocurrió el naufragio.
El mar,
-con las manos manchadas de muerte-
jugaba con las olas.