MIEDO A LA LIBERTAD

POR: JOSÉ MUÑOZ COTA

(In Memoriam)

Yo os acuso: la pedagogía ha descansado en el concepto de la autoridad, de la disciplina que impone sus órdenes, de la pasividad del niño que las obedece, del miedo que crece en el centro del corazón y se niega a la libertad.

Pero el niño no es un ser pasivo y las órdenes que recibe, en función de los castigos y los premios, las ejecuta, pero no las respeta.

Así nace la simulación y la hipocresía; así se forman los convencionalismos sociales; en la entraña del adolescente, del joven, del adulto, estará, sentado en su corazón, un miedo, creciéndole con los años; aunque el hombre disimule su miedo, se evada, lo sublimice o sucumba a él: miedo a la libertad; miedo a ser cada quien, quien cada quien es, miedo a ser.

Será por comodidad -lo dice Fromm- que los varones se inventen, del tamaño de su miedo, una excusa para vegetar dentro de un uniforme: una religión, una patria, un partido.