Me pregunto…
Por: José Muñoz Cota
(In Memoriam)
Whitman dice que recibía cartas de Dios.
Yo no recuerdo haberlo visto
desde que niños los dos nos encontramos,
con mi abuela, en su voz.
Después de tantos años,
-85 dudas espinosas-
pienso que ha llegado el momento
para que yo lo busque
y en nombre de mi abuela lo salude.
Cuántos cielos perdidos,
este ignorar si voy o si regreso.
Pero ahora, colgado de la voz,
como de un papalote extraviado,
me pregunto,
inútilmente me pregunto,
si no fui el carpintero
que fabricó la cruz de tu calvario.
Pero sí soy la mano
que te clava los clavos cada día,
sí soy, agua, la lanza del soldado,
sí soy la sombra
que ha manchado tu luz.