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LA LINEA

Por: José Muñoz Cota (✟)

(In Memoriam)

Hay una línea, no más, que separa los sentidos que nos atan a este mundo, con lazos de infra hombre, del otro mundo presentido

¿Qué habrá al otro lado? ¿Qué metáfora inédita -como orquídea estará ocultándose detrás de este séptimo velo?

Ello podría interpretarse como un hecho molesto: solo vive la mitad de MI MISMO, la otra se esconde entre la maleza de lo desconocido. Si esto fuera así, valdría la pena intentar un deslinde necesario: y precisar, para aclarar la conducta, cuál de las dos personajes, el de aquí y el de allá, es el actor y responsable de ciertos hechos mortificantes.

Lo grave está en no saber si en alguna ocasión podremos saltar el muro que nos separa.

¿Lo han saltado los santos con su aureola de éxtasis? Les héroes, los poetas?

Pero este anciano campesino, traductor de los árboles, posee con sus yerbas medicinales un abanico de caminos.

Sin embargo, Thoreau se equivocó huyendo de la urbe y de sus telas de araña. Los cinco sentidos, ya violados por la civilización, no servirán para abrir las puertas clausuradas,

Solo el anciano indígena, conversador con el silencio, podría hallar la llave perdida

Quién sabe si el Paraíso -del que fue expulsado Adán por no pagar la resta no se encuentra localizado detrás de esta línea delgada que nos separa.

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