LA DESESPERACIÓN
POR: JOSÉ MUÑOZ COTA
(In Memoriam)
La desesperación
ha retoñado un salmo.
Señor: ¿quieres oírlo?
Defiéndeme, Señor, del enemigo
que soy yo mismo…
y no acierto a seguirte con mi cruz,
defiéndeme de mí.
Han alanceado mi espíritu, mis manos,
y no he podido cambiar
el gesto duro de mi rostro.
¿Cómo reuniré los fragmentos del polvo?
¿Cómo cumplir los hechos del rompecabezas?,
si cuando bajaron el cuerpo de Jesús
no quedó la cruz iluminada.