LA CASA
POR: TEODORO COUTTOLENC
Con esos mismos ojos
del pensamiento libre
que crepita en tu rostro,
así como la sueñas,
la casa que tú esperas
así la quiero yo.
Una casa con cuadros,
con rostros y sonrisas
en fotos de nosotros,
-los niños, la familia-
que cuenten nuestra historia
y arropen nuestra unión.
Con amplia sala blanca
de chimenea en el centro
y enfrente el comedor
en cuya grata mesa
revises las tareas
o escuches la lección.
Y sin muchas recámaras.
Las de ellos y la nuestra
que guarde-¡oh, Dios!- calor.
Una casa pequeña
con un cuarto escondido
que incendie nuestro amor.