HISTORIAS PARA CONTAR. ASOKA.
Por Miguel ángel Flores Rodríguez.
Era hijo de Bindusara y reinó sobre la mayor parte del subcontinente indio desde 269 a.C. hasta 232 a.C. del actual Afganistán hasta Bengala y también hacia el sur, hasta la actual Mysore hacia 260 a. C.
Su padre había tenido 100 hijos y había elegido a Susima para gobernar, pero Asoka con el apoyo de algunos ministros le sucedió, aunque para ello tuvo que mandar asesinar a Susima y a sus otros 98 hermanos, por lo que fue conocido como Asoka el Cruel.
Asoka, a los ocho años de su mandato organizó la conquista del estado de Kalinga, esta guerra ocasionó más de 100,000 muertos tiñendo los campos y los ríos de sangre, cuando recorría los jardines de Kalinga celebrando la victoria se encontró con un viejo que sin ningún temor se plantó frente a él llevando un bulto en brazos cubierto con una manta.
– ¿Qué es lo que quieres viejo?
Le preguntó.
Entonces el hombre descubrió el cuerpo de un niño muerto diciéndole.
-Tu que eres tan poderoso, que has cubierto nuestros campos y nuestros ríos con nuestra sangre, tu que generas muerte, devuélvele la vida a este niño.
Asoka se quedó desconcertado y como el despertar de un sueño vio el terrible drama de la muerte y la destrucción, de los niños huérfanos y el llanto de las madres y las viudas.
La letal guerra con Kalinga transformó al vengativo emperador Asoka en pacífico mecenas del budismo. Si se convirtió o no al budismo no está aclarado.
Y después de tener cárceles donde se torturaba a los cautivos se dedicó a construir hospitales donde se atendía a los caminantes y los forasteros.
Restauró las carreteras principales de la India.
Mandó construir hospitales para animales.
Prohibió las cacerías y el consumo de animales en la cocina real convirtiéndose así en promotor del vegetarianismo.
Siendo conocido a partir de entonces como Asóka el Piadoso.
Asoka dejó escritos sus edictos en una serie de pilares de piedra cerca de las ciudades, rutas comerciales y centros religiosos de la India y hasta la fecha aún se conservan algunos.
