¿HA FRACASADO LA PEDAGOGÍA?
POR: JOSÉ MUÑOZ COTA
(In Memoriam)
Si aceptamos como premisa que la pedagogía se propone educar a los niños para que sean hombres movidos al impulso de ciertos valores de bondad, de belleza, de virtud, entonces, los siglos de pedagogía transcurridos, han fracasado porque los hombres actuales no son mejores a sus antepasados en ningún concepto y, porque, además, las condiciones que privan, angustiando la edad que vivimos no son nada placenteras ni ostentan señales de mejorarse.
Dicho de otro modo: la función de la pedagogía es formar hombres. La más bella profesión es la de ser hombre. Solamente que el hombre contemporáneo existe a la mitad de un laberinto donde los rumbos se han extraviado totalmente y no hay esperanza posible de salvación.
Algo debe andar mal en el ejercicio de la pedagogía; algo pésimamente planteado o terriblemente resuelto.
La pedagogía como aspiración no es lo mismo que la pedagogía que ha reinado con su carga de dogmas y su disciplina autoritaria. Digamos con optimismo que los fracasados son los hombres y no el ideal de ayudar a los niños a que crezcan en ambiente de libertad hasta alcanzar la mayoría de su razón y la adultez de sus sentimientos.
