EN SUEÑOS NADAMAS
POR: TEODORO COUTTOLENC
En sueños nada más;
en sueños he sentido el roce de tus mejillas
y he besado tus labios…
Nada más en sueños.
Sólo en efusiones oníricas
he disfrutado tu celo
y probado el dulzor de tu aliento.
En sueños he recorrido tu cuerpo
y acariciado tu espalda.
Dormido y soñando, me enardece
el dorado de tu aroma,
¡oh, sol alucinante!
¡Oh, mar; oh, río!
¡Oh, noche incendiada de pasión!
¡Oh, sol que reverbera en tu jardín
con la luz del infinito!
¡Salve, ilusión que vuela hasta tu seno,
potranca de mis ensueños!