DUERME, PEQUEÑITA MÍA
POR: TEODORO COUTTOLENC
Duerme,
duerme pequeñita mía.
Duerme ya y descansa
que yo estaré
velando el sueño suave
de tu recuperación.
Ahora tú eres
mi niñita tierna y desvalida.
Ven tus ojos,
todo,
con admiración.
y vuelven al sueño…
Duerme ya y descansa,
madrecita mía,
en el tierno seno
de nuestro Señor.