DA VINCI
POR: TEODORO COUTTOLENC
¡Qué mal has hecho, da Vinci!
Nos obligaste a pensar,
a ver el mundo con ojos curiosos,
de duda, siempre de asombro…
Desgracia para la humanidad fue tu pincel,
tu ego fantástico,
las locas aspiraciones de artefactos de muerte,
de máquinas insoñables sobre la tierra, por el aire
y debajo del agua. Temor provocan tus pinturas,
mudas para el que no sabe ver;
a su pesar y sabiéndolo, tu mensaje
permanece incólume para el ojo maestro…