Conmemoramos el 159 Aniversario de la Batalla de Camarón recordando el legado de la Dama del Buen Corazón.
Huatusco, Ver. – Como cada 30 de abril Huatusco recibe la visita de la delegación de Francia encabezada en esta ocasión por Lygie De Schuyter, Cónsul Honoraria de Francia en Veracruz, representantes y autoridades del pueblo francés; así como la Asociación Camerone A.C. para recordar el contexto de la historia que se traduce en el recuerdo de las bondades de Mamá Juana.
Recordemos el encarnizado de Camarón el 30 de abril de 1863 entre la Legión Extranjera Francesa y el Ejército Mexicano, en lo que fue la segunda intervención de esta nación en nuestro país.
Entre los malheridos extranjeros atendidos estuvo el subteniente francés Clement Maudet, quien antes de morir remitió a su progenitora una emotiva misiva: “Si he de morir no me llores, madre mía y doy gracias a Dios de que mi cuerpo descanse en este rincón de la nación mexicana, tierra hospitalaria y caballerosa en todos los sentidos. En Francia dejé a una madre, aquí en México he encontrado otra, mándame tu bendición…” Ese es el legado de Juana Marrero de Gómez, “La dama del gran corazón”.
Ante todo ello resulta sublime, único e imborrable el esfuerzo y el compromiso humanitario de doña Juana Marrero, quien haciendo a un lado diferencias de toda índole, socorrió a todos esos “hermanos de especie”, aún cuando algunos de ellos eran enemigos y contrarios a los nacionales y a dos de sus consanguíneos que murieron por los principios liberales. Juana Marrero de Gómez es, sin duda, una preclara antecesora de la labor internacional que después realizaría la Cruz Roja, bajo los ideales y preceptos filantrópicos del célebre suizo Henry Dunant.
