CÓMO LLEGAS, AMOR…
POR TEODORO COUTTOLENC
¿Cómo llegas, amor,
tan embozado y encubierto;
cómo llegas ya tan de noche
y con pasos cada vez más lentos?
¿Por qué apenas, cuando abril parece llega
pero en verdad se va;
cuando la escena frágil de sus diluvios toca al final?
¿Por qué apenas, si la mirada agotada
en llantos no brilla más?
¿Por qué apenas, cuando los pies pisan los caminos
que no tienen vuelta y los ríos más impetuosos
aminoraron su real caudal?
Perdimos tiempo en suposiciones
en contemplaciones, en no pecar…
Hoy que nos vemos desparecieron
aquellas ansias y aquel afán;
en las miradas ya no hay deseo ni fuego ardiente,
ni excelsitud; dentro del cuerpo
sólo hay reacciones misericordes
de amor divino y de beatitud…