AJUSTE PERFECTO
POR: TEODORO COUTTOLENC
(In Memoriam)
Yo te aguardo en el jardín del aire.
Te extraño como a los vientos octubre.
Desde tu estancia,
me estremeces al fuego
de tu núbil mirada
y te extiendes en mí
como el sonido en las ondas.
Donde tu vórtice sin fin ni principio,
donde la lógica ilógica
de una nueva razón,
un ajuste perfecto
en el murmullo paralelo
de nuestras pasiones.
Crepúsculo sin infinito
regálame una tarde,
un sueño, una morada.
Los yacentes se trasladan
y se quedan al irse;
permanecen en tu lágrima,
en tu adiós
y de tu mano entre la palma…