A TRAVÉS DE TU CUERPO
POR: TEODORO COUTTOLENC
A través de tu cuerpo me apodero
del mundo y sus humedales
-desiertos plenos de alma y de leche con vida—.
Succionar las limas
propias de ti, delicadas e ignotas,
cuya hostilidad erecta
enerva mis atardeceres resecos,
sin lluvias que llover.
Por tus humedales vivo;
por tus humedales muero.
Recuesto el ser, el cuerpo, el alma toda
cerca de tu aroma húmedo
oh, fuente de la Creación
que el Hacedor mismo
dotó con procesos claros,
simples, eternos… Inextricables.